Presidente de la República firmó proyecto que fortalece al Servicio Nacional del Consumidor y permite entregar respuestas “más rápidas” a la ciudadanía
Ministros del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, y de Economía, Nicolás Grau, firmaron la iniciativa SERNAC te protege, que prioriza mecanismos de solución por sobre la sanción.
Ante decenas de vecinos y vecinas de la comuna de San Joaquín, el gobierno de Chile presentó al país el proyecto de ley con que buscará fortalecer y modernizar el Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC, entregando la facultad de sancionar casos individuales, con procedimientos administrativos modernos y expeditos y que priorice las soluciones por sobre las sanciones.
La iniciativa, que se hace cargo de los reparos del Tribunal Constitucional, apunta a mejorar las soluciones individuales de consumo, lo que permitirá que el organismo acompañe al consumidor en el proceso, con expresas garantías procesales y sustantivas para las partes y mecanismos que anticipen soluciones.
«Con qué tipo de defensa cuenta la gran mayoría de los chilenos y chilenas que también viven en la cotidianeidad diferentes tipos de abuso», preguntó a los asistentes el Mandatario, en la actividad que se desarrolló en el teatro municipal de San Joaquín, donde las autoridades fueron recibidas por el Alcalde Cristóbal Labra.
Cada año Sernac recibe más de 500.000 reclamos, pero la mitad de ellos terminan frustrados debido a la falta de respuesta o acogida por parte de las empresas. Ante esta situación, las y los consumidores se encuentran con una única opción: llevar el caso a tribunales. Sin embargo, esta situación solo se materializa en 1 de cada 27 reclamos que quedaron frustrados, fundamentalmente por los costos asociados a litigar, que muchas veces superan el daño sufrido. Además, se presenta una significativa asimetría de recursos y tiempo entre la o el consumidor y las empresas (que cuentan con abogados especialistas), lo que dificulta aún más el acceso a la justicia para las y los afectados.
A partir de la experiencia y los aportes de exdirectores del Sernac, la propuesta permite poner fin al dilema “juez y parte” que solía invocarse para desestimar la acción del organismo. El proyecto garantiza que no existirá la posibilidad de que, en un mismo caso, Sernac pueda sancionar a la empresa y defender judicialmente a los consumidores. También velando por su imparcialidad, para aplicar sanciones, Sernac deberá apegarse a un estricto procedimiento administrativo, con expresas garantías procesales y sustantivas para las partes. Asimismo, sus decisiones siempre podrán ser ampliamente revisadas por los tribunales de justicia, sea porque se le dio la razón al consumidor o a la empresa.
Asimismo, tendrá facultades sancionatorias acotadas, respecto de casos individuales y específicos, que son aquellos que afectan cotidianamente a los consumidores. Para los casos grandes y colectivos, ya existen otras facultades que este proyecto no toca.
El diseño también contempla atribuciones equilibradas y compatibles. Por ello, el proyecto no considera entregar facultades regulatorias al Sernac, como sí lo hacía el anterior. Igualmente, se robustecen las murallas chinas y se crean reglas para inhibir al Sernac en caso de que sus atribuciones puedan provocar distorsiones.
Otro aspecto destacado es la regulación de las facultades sancionatorias de Sernac y las de otras autoridades con facultades sancionatorias. Se evitarán procedimientos paralelos y sanciones redundantes por la misma infracción, dando preferencia a la solución sectorial por sobre la de Sernac.